jueves, 19 de noviembre de 2009


Psicologicamente, la adicción consume el deseo. Es como una malignidad psíquica, que absorbe las energías vtiales en compulsiones y obsesiones específicas, dejando menos y menos energía disponible para otras personas y otras búsquedas.

Obsesión: preocupación mental con el objeto de apego (real o ficticio) . Los pensamientos obsesivos son comunes a todas las formas de adicción, y a menudo, incorporan intensidad a medida que la adicción toma la vida interior del adicto. Al principio, los pensamientos sexuales obsesivos y pugnantes del adicto son intrusiones menores en la vida diaria. Pero en etapas posteriores el adicto a menudo ve las realidades diarias como molestias que interrumpen sus fantasías eufóricas. La realidad lo distrae de las maquinaciones que rodean a su apego adictivo. Los pensamientos adictivos pueden finalmente comenzar a ocuparle tanto tiempo que el adicto experimentará una pérdida notable de productividad en el trabajo y un aislamiento creciente en las relaciones. Mientras su mente es capturada por el proceso adictivo, su vida se vuelve inmanejable.
Compulsión: Así como una obsesión es un pensamiento repetitivo persistente, una compulsión es un comportamiento repetitivo persistente…la compulsión es un impulso prácticamente irresistible por repetir un comportamiento una y otra vez, sin importar el daño inmediato que pueda causar o sus consecuencias a largo plazo.
Las compulsiones de un adicto están intimamente relacionadas con su vida de pensamientos obsesivos. Las mismas hacen caso omiso a su pensamiento lógico, su juicio moral e inclusive el deseo mas fuerte de no actuar. Debido a que las compulsiones tienen que ver con actos físicos, son mas difíciles de negar que las obsesiones. A medida que la adicción progresa, el adicto entrega su cuerpo a actos que resultan destructivos para otros y para sí mismo. Craig Lockwood

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